Creo recordar que el primer juego de naves al que le dediqué sus buenas horas fue ‘Nemesis’, un título de Konami que me regalaron en formato cartucho para mi MSX hace muchos años. Luego vinieron sus secuelas y poco a poco, junto a ellas y a otros títulos, desarrollé cierto gusto por los llamados matamarcianos. ‘Sine Mora’ es el último shoot’em up al que le he echado el guante y compruebo con alegría que todavía es posible innovar y hacer las cosas bien dentro de este poblado género.
’Sine Mora’: un shoot’em up estilo Dieselpunk preciosista
Digital Reality y Grasshopper Manufacture han decidido apostar muy fuerte por un título que pertenece a un género repleto de refritos que no hacen más que copiarse los unos a los otros. Salvo algunas excepciones, como ‘Ikaruga’ en su momento, las mecánicas suelen calcarse sin demasiados miramientos. Por suerte para nosotros se nota que Goichi Suda (productor de ‘Sine Mora’), Theodore Reiker (director del juego) y el resto de miembros implicados en el desarrollo de ‘Sine Mora’ han querido crear un juego sólido y con una serie de novedades más que bienvenidas con respecto a la gran mayoría de shoot’em ups.
Creo que sólido es el mejor adjetivo para definir a ‘Sine Mora’. Desde ese aspecto gráfico al más puro estilo Dieselpunk hasta la última nota creada por Akira Yamaoka (artista conocido principalmente por su excelente trabajo en la saga ‘Silent Hill’), la sensación que ofrece el juego es de estabilidad y robustez, la de que todo está medido una y mil veces para que nada falle, para que la coreografía sea perfecta y, a la vez, la experiencia de juego sea satisfactoria.
Ni en el mejor de nuestros sueños hubiéramos podido imaginar unos paisajes como los que sobrevolamos a bordo de las distintas naves que el juego pone a nuestra disposición, cada una de ellas pilotada por un personaje distinto con su propia voz, su propia historia y sus propios motivos para formar parte de esta misión en la que deberán rescatar a una chica raptada cuya existencia es de gran importancia y salvar al mundo de su destrucción. El argumento no es el más original del mundo, como veis, pero sí es cierto que goza de mucha más profundidad que el de la mayoría de juegos de este tipo y poco a poco lo iremos descubriendo gracias a ciertos textos que se nos muestran antes de cada misión y a las conversaciones que mantienen los pilotos entre sí.
No sólo los escenarios son profundos, bonitos y están bien diseñados: los enemigos, sobre todo los jefes finales, son verdaderas joyas del diseño. Normalmente son engendros mecánicos de grandes dimensiones con varios puntos débiles que deberemos destruir. De hecho, la envergadura de algunos de ellos es tal, que deberemos abatirlos por tramos (nuestra nave los sobrevolará para alcanzar las nuevas zonas).
Un infierno de balas y brutos mecánicos
‘Sine Mora’ es muy bonito, sí, pero también es de los que te llenan por completo la pantalla de balas de colores pastel. Es decir: es un Bullet Hell en toda regla. Y los enemigos gigantescos, más allá de limitarse a estar escondidos al final de cada nivel, son muy numerosos. De hecho gozan de un protagonismo especial y me atrevería a decir que en realidad todo gira en torno a ellos. Cuando uno de estos brutos mecánicos hace acto de presencia, el juego se pausa momentáneamente a modo de presentación. Unos segundos que nos bastarán para conocer su nombre y fijarnos en su imponente aspecto antes de que empiece a escupir balas sin compasión.
Otra de las principales diferencias con otros títulos del género es la forma en la que ‘Sine Mora’ trata el tema de la salud de las naves. No hay escudos ni medidor de salud, sólo una cuenta atrás. Si llega a cero la nave explotará al recibir un impacto y la forma de evitarlo no es otra que masacrar enemigos. Derribando naves iremos consiguiendo tiempo extra durante el cual podemos absorber el daño de las balas sin explotar en mil pedazos.
Lógicamente ‘Sine Mora’, como todo buen shoot’em up, pone a nuestro alcance varias mejoras para nuestro armamento así como un arma secundaria totalmente devastadora (cada nave cuanta con su propio ataque especial) y otra novedad: la posibilidad de ralentizar el tiempo para esquivar millones de balas. Los enemigos dejan caer una serie de bolas de colores con puntos y mejoras. Y ojo porque los impactos de bala que no nos destruyan sí nos irán arrebatando dichas mejoras de armamento, aunque tendremos la ocasión de recuperarlas de inmediato si somos rápidos capturando de nuevo estas bolas.
En definitiva, ‘Sine Mora’ es una buenísima opción para los que estéis buscando un shoot’em up muy potente a nivel visual, con un argumento algo más profundo de lo habitual en el género, y con un gameplay variado y entretenido. Sus diversos modos nos aseguran unas cuantas horas extra más allá del propio modo historia.
Sine Mora | Xbox 360
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Plataformas: Xbox 360
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Desarrollador: Digital Reality, Grasshopper Manufacture
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Distribuidor: Microsoft Studios
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Lanzamiento: Ya disponible
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Precio: 1.200 Microsoft Points
<p>Sine Mora es un shoot’em up de tipo Bullet Hell con una ambientación estilo Dieselpunk totalmente deliciosa capaz de saciar la sed de balas del jugador más exigente.</p>
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