Seguro que deseas pilotar este bicharraco de Warhammer 40.000: Space Marine 2, pero es porque no sabes lo turbio de su funcionamiento

• Aviso: destripe de una escena de Warhammer 40.000: Space Marine 2

El universo de Warhammer 40K está cargado de gloria y epicidad, pero también cuenta con muchos rincones oscuros. Quizás demasiados. La reciente entrega de Saber Interactive, Warhammer 40.000: Space Marine 2, ha sido la puerta para muchos jugadores a este universo (me incluyo)... y eso ha generado una enorme ola de interés por la franquicia.

Seguro que flipaste muchísimo cuando viste a los Dreadnoughts del Imperio y el Caos peleando entre sí, cuando uno le mete una ametralladora gatling en la boca al otro y dispara sin piedad. La escena es tan brutal que la mayoría de nuevos fans de Warhammer 40K pensamos exactamente lo mismo: "¡Quiero pilotar uno!" Tienen una forma similar a los mechas de Titanfall o Helldivers 2.

En el campo de batalla son la muerte encarnada, con armas poderosas impactando a sus enemigos y con armamento letal ante el combate cuerpo a cuerpo, crujiendo con energías mortíferas. Hay pocos oponentes en la galaxia que puedan aguantar contra tal salvajismo blindado.

Alzándose tres veces la altura de un hombre, los Dreadnoughts de los Marines Espaciales son de las máquinas de guerra más antiguas que combaten sobre los campos de batalla del 41º Milenio.

Sin embargo, los Dreadnoughts esconden un oscuro secreto: su funcionamiento. El mecha es un sarcófago para los pilotos. No pueden salir por sí solos, a excepción de una eyección... pero es una sentencia de muerte en batalla para ellos. No son como las Servoarmaduras de Fallout. La opción más eficaz y fiable suele ser fusionar al humano con la máquina, que se lleva a cabo mediante un proceso quirúrgico. El poco cuerpo se mantiene en fluido amniótico.

Pese a todo, lucen increíbles y tener uno junto a ti en el campo de batalla es más que recomendable. Ya se vio en Space Marine 2. Aunque seguro que muchos jugadores ya no tienen tantas ganas de pilotar uno, especialmente después de ver los esquemas compartidos por los fans. En definitiva: que muy chulos, pero mejor que los pilote otro.

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