La pasada generación de consolas y PC nos ha dejado muchos juegazos, siendo uno de mis favoritos 'Batman Arkham Asylum'. Lo he rejugado varias veces pero, visto lo visto, no creo que lo vuelva a hacer con su remasterización.
Siempre nos quedará la versión original, como se suele decir, que además está tirada de precio y sigue conservándose de maravilla. Por eso nos gustaría rescatar este 'Batman Arkham Asylum' para nuestra sección de momentos inolvidables de la pasada generación con el duelo contra El Espantapájaros.
Estamos, posiblemente, ante la escena más recordada de toda la aventura. Y por varios motivos: el impacto que supuso estar dentro de una pesadilla de El Espantapájaros y con una versión gigantesca del mismo. Y porque esta prueba se repitió un par de veces más a lo largo del viaje por el Asilo de Arkham.
El primer encuentro, el que produjo más escalofríos
Una de las primeras sorpresas memorables que nos dejó 'Batman Arkham Asylum' se produjo en la sala médica. Allí Batman creyó ver al Comisario Gordon muerto... hasta que poco después, al llegar a la morgue, vio a sus propios padres, fallecidos cuando él era todavía un niño, hablándoles desde el más allá.
Estaba claro que esto no era real y que era producto de El Espantapájaros.
Después se produjo el primer enfrentamiento contra él, con esa transición de la morgue en una pesadilla que parecía sacada del mismísimo infierno y en donde había que evitar la mirada del propio villano. El momento de tensión vino con un muro al que había que aplicar gel para destruirlo, tras lo que se alertaba a El Espantapájaros y prácticamente nos rodeaba con su mirada. ¡Tensión al máximo!
El segundo encuentro, el que recordó su infancia
Ya en la mansión, horas después, El Caballero Oscuro se volvía a dar de bruces con el gas del miedo de Jonathan Crane, en esa ocasión ante un pasillo interminable en donde se recordaba el trágico suceso de su infancia, cuando tan solo tenía ocho años y vio morir a sus padres en la calle. Y claro, después tocó otro duelo contra El Espantapájaros, complicando levemente la travesía.
Por cierto, ¡menudo cabezón tenía Bruce Wayne de pequeño!
El último encuentro, el de Batman en estado puro
Por si fuese poco, aún faltaba la traca final en 'Batman Arkham Asylum', y eso llegó con el regreso al Asilo para ver cómo tomábamos el control del Joker, en compañía de otros villanos, con Batman amarrado a una silla. Para colmo de males, ¡el Joker nos disparaba a bocajarro! Y Batman moría, claro. O no.
Más que nada porque el propio juego nos hacía creer que habíamos muerto y que teníamos que reintentar la partida "esquivando las balas del Joker", pero al darle a reintentar veíamos la tumba de Batman y éste resurgía de entre los muertos... dentro de otra pesadilla de El Espantapájaros. Y esta vez, una mucho más larga.
Pero como no hay nada imposible para Bruce Wayne, se acaba acostumbrando a la toxina hasta tal punto de hacerse inmune en las siguientes acometidas de Jonathan Crane. Ahora era él el que tenía miedo de Batman...
El resto, es historia.
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