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Esta misión de Star Wars: Outlaws me ha recordado a Uncharted y se ha convertido en una de mis partes favoritas de toda la aventura

Una pequeña aventura por un pasado muy, muy lejano de Star Wars

Estoy convencido de que Star Wars: Outlaws me hubiese gustado muchísimo más de haber sido una experiencia lineal con una historia que rondase las 10-12 horitas. No estoy diciendo que la elección de una estructura similar a Jedi: Fallen Order o Survivor sea errónea, pero sí que le habría sentado de miedo ir más al grano.

Me he ventilado la historia principal y unas cuantas misiones secundarias en 26 horas. Y eso que el sábado pasado os conté mis primeras aventuras con el Sistema de Reputación. Queda mucho que explorar, contratos de cumplir y facciones que traicionar, así que volveré en un futuro para completarlo todo antes de que lleguen los DLCs.

El saborcillo a Uncharted de Star Wars: Outlaws

¿Cuál ha sido vuestra parte favorita de Star Wars: Outlaws?, ¿Las incursiones en sigilo en las naves imperiales?, ¿quizás los tiroteos encarnizados con las facciones?, ¿o puede que los combates espaciales? Os animo a responder en comentarios. En mi caso, no se responde con ninguna de estas preguntas.

Más allá del Sistema de Reputación, mi parte favorita de Outlaws son las zonas de puro plataformeo donde no hay (casi) enemigos. Resulta obvio que Ubisoft Massive se ha fijado mucho en el trabajo de Respawn Entertainment y Naughty Dog tanto para crear los movimientos de Vees como para diseñar los escenarios.

Hay varias a lo largo de la aventura, pero recuerdo tres con mucho cariño debido al impacto nostálgico que tienen en mi corazoncito de veterano de Star Wars. Los Restos de la Nave es la primera misión que encontré de este tipo y fue increíble porque se desarrolla en los restos de El Condestable, un crucero de la Alta República estrellado Toshara. Al igual que Jedi: Survivor, Outlaws ofrece un increíble viaje al pasado de Star Wars.

El lugar es tan peligroso que los cazatesoros y chatarreros han rehusado a adentrarse en la nave. "Si fuera fácil llegar hasta allí, ya se habrían llevado la computadora", me dice Waka mientras comienzo a escalar para adentrarme en el crucero espacial. Las vistas son preciosas y están a la altura de todo lo visto en películas, series y otros juegos de Star Wars.

Kay Vees y Nathan Drake tienen una cosa en común y no es precisamente ser aventureros: ni un solo plan les sale como debería. Un suelo cede en cuanto doy los primeros pasos por el metal del crucero. "¡Esto se está cayendo a trozos!", grita Vess a Waka. "¿Por qué crees que está sin explorar? A nadie le ha merecido la pena hacerlo". Y claro, este suele ser nuestro hábitat como jugadores aventureros.

Me encuentro transitando las salas de El Condestable casi sin darme cuenta. Los ojos se me abren como platos cada vez que entro a una sala nueva... incluso cuando se trata de la cocina y el comedor. No porque esté realizado con un detalle asombroso o haya esqueletos por doquier, sino porque se trata de un crucero de la Alta República. Son unos yacimientos muy antiguos y que ocultan muchísima historia de una época poco explorada por las películas y series.

El camino comienza a complicarse mucho, como era de esperar, pero desde luego que las vistas merecen la pena. Tardo pocos minutos en llegar al rector de la nave. Si sois fans de The Clone Wars, seguro que recordáis haber visto unos cuantos similares en naves de la república. Paro un momento a contemplar el escenario mientras deseo que Ubisoft Massive me permita insuflar vida una vez más a la nave.

El plataformeo y parkour de Outlaws es tan agradable porque es el mismo que llevamos años gozando en Uncharted y Tomb Raider, basta echar un vistazo a la mecánica del gancho que ya usamos con Nathan Drake. También trae reminiscencias a las aventuras de Kal Kestis. Echo un último vistazo al reactor y continúo mi camino hacia el puente.

Sobra decir que el camino hacia el puente de mando está bloqueado, así que Kay Vees decide encender el reactor de la vieja nave. Mi corazoncito solo puede dar saltos de alegría mientras realizo el plataformeo para activar la secuencia. Resulta increíble ver cómo la reliquia cobra vida de nuevo. Las luces se encienden, los montacargas vuelven a funcionar y las puertas se abren solas. Estoy caminando por donde lo hicieron auténticos Jedi de la Alta República. ¡Es emocionante!

La llegada al puente de mando eleva la experiencia a niveles mucho más altos. Si el reactor es el corazón de la nave, esta es su mente. Desde aquí se tomaban todas las decisiones referentes al viaje, los combates, la exploración y obviamente las misiones que llevan a cabo los enviados de la Alta República.

La tranquilidad me dura poco, porque aparecen un par de cazarrecompensas de los Zerek Besh. Los elimino sin demasiados problemas; sin embargo, ocurren sucesos inesperados que no revelaré para evitar spoilers. La cuestión es que Vees se asusta y comienza a toquetear botones del puente, lo que genera una sobrecarga y una serie de explosiones en serie.

¿Recordáis las clásicas escenas de Uncharted y Tomb Raider que consisten en huir mientras una estructura se viene abajo o de un desastre natural, como ocurre en ambas series respectivamente? Pues el final de esta misión se inspira en estas secuencias. Sé lo que tengo que hacer. La experiencia habla por sí sola. Pulso el joystick izquierdo para ordenar a Vees que corra y dirijo toda mi atención a los puntos de luz.

Toda la nave se viene abajo: explosiones, pasillos que se desploman, secciones de la nave partidas literalmente por la mitad... Al igual que Nathan y Lara en sus peores momentos, Vees corre por su vida, se desliza por los pasillos y rueda por el suelo con tal de avanzar. La salida pasa por uno de los turbopropulsores de la nave, pero hay que deslizarse. Sufro daños durante la caída, pero no me paro. Corro hacia el speeder y salgo corriendo como alma que lleva el diablo hasta mi nave.

Ocurren más cosas emocionantes durante la misión, pero he decidido omitirlas para evitar destripes. Fue media hora de juego maravillosa durante la que solo tuve que pegar 10-15 tiros a dos enemigos y el resto fue explorar, descubrir los restos de una nave muy antigua sin presiones. Escalar de aquí allá y resolver puzzles. ¡Qué ganas más tontas de rejugar la saga Uncharted!

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