‘GTA Online’ lleva en marcha desde hace unas horas, concretamente desde las 13h (hora peninsular española), pero pocos lo habréis podido degustar con tranquilidad. Hemos ido todos en bloque a darle, como no podía ser de otra manera, y hemos destrozado los servidores de Rockstar.
En todo caso, ya que tanto mi compañero Rubén como yo hemos estado intentando acceder durante horas, os contamos a cuatro manos lo que nos hemos encontrado cada uno.
Alex C
Mi aventura en ‘GTA Online’ ha empezado con mal pie. La de Rubén también, como veréis un poco más abajo, pero menos. Eso es porque a pesar de lo petados que van los servidores de Rockstar, él ha tenido la suerte de poder crear un personaje y empezar esta nueva historia, mientras que a mí el sistema me ha soltado que no había forma de guardar los datos y que todo iba a ser temporal. Adelante, me he dicho, todo sea por echarle un vistazo al tema hasta que los servidores se estabilicen y todo empiece a funcionar.
Primera sorpresa: mi personaje temporal aparece de la nada detrás del cartel de Vinewood y cae alegremente desde unos cuantos metros sobre el suelo. Tortazo bueno seguido de un descenso a pie muy loco hasta llegar a la carretera. Allí veo pasar cinco coches exactamente iguales: mismo modelo, mismo color. Empiezo a pensar que todo es un gran bug, pero quizás es que a los personajes temporales se les trata así de mal.
En fin, localizo a Rubén en el mapa, robo un coche de esos clónicos y me dirijo hacia él a toda pastilla. Las calles están desiertas. Después de haber pasado horas y horas en el trajín diario de Los Santos lo cierto es que duele ver la ciudad tan vacía. En fin, intento no pensar que estoy en una ciudad fantasma y cuando alcanzo a Rubén decido ir de copiloto y dejar el volante en sus manos. Error: yendo de acompañante el coche no para de desaparecer y aparecer por arte de magia. Es imposible verlo tomar una curva, todo son cortes y saltos. El piloto, en cambio, lo ve todo correctamente.
Decidimos robar una tienda por hacer algo juntos, ya que a mí, al llevar un personaje temporal que ha aparecido de la nada en el monte, lo cual implica la imposibilidad de guardar datos, nadie me llama al teléfono, ni hay actividades disponibles, ni nada de nada. Total, que tras el robo a mano armada, en el que acabo liquidando al dependiente por liarse a tiros con nosotros —sí, empezó él—, aparece la policía. Una policía tonta a la que despistamos en cuestión de segundos. Y la ciudad que sigue vacía salvo por algunos coches desganados y algún que otro jugador perdido que tampoco sabe muy bien qué narices hacer. Todo muy raro.
Hasta hace unos minutos hemos estado intentando entrar en alguna partida una y otra vez sin éxito, como seguramente os ha estado pasando a todos desde que ‘GTA Online’ ha sido lanzado a las 13h. Tranquilos, cuando todo esté en orden ya os traeremos nuestro análisis de este nuevo mundo.
R. Márquez
Con más problemas que facilidades empiezo mi andadura en Los Santos. Los servidores no han aguantado el tipo y se hace bastante difícil no sólo entrar en el multijugador, también iniciar misiones, poder contactar con amigos para que se unan a tu partida. Lo que se conoce como un caos de tres pares de narices, vamos, que sumados a las buenas cifras del juego hacen más difícil comprender que ahora mismo sea casi imposible jugar a GTA Online.
Lo poco de mi paseo por Los Santos, bien. Se nota el bajón gráfico, el número de coches y peatones andando por la calle, pero una vez estás dentro de la partida no hay muchos más problemas en ese sentido. Lo que cojea a nivel técnico lo hace por una razón, y se entiende.
Un par de horas peleando con la conexión han dado para poco, un par de misiones principales bastante sosas, la prueba del deathmatch y una toma de banderas que acaba siendo un "roba la marihuana y escapa". A nivel jugable lo esperado, que sin apuntado y con las estadísticas por los suelos ser un tanque con patas se antoja complicado, y vamos a morir muchas veces.
Queda por ver cómo irán esas misiones cooperativas, si vuelven los atracos a gran escala y si en algún momento el flujo de dinero empezará a crecer, porque por ahora lo que se puede rascar de las tiendas es más bien poco (unos 3.000 dólares en mi mejor golpe) y pagar un apartamento no es precisamente barato (lo bueno empieza a partir de los 150.000 dólares).
A ver si en Rockstar se ponen las pilas y consiguen arreglar el desaguisado lo antes posible, que ya hay ganas de seguir explorando GTA Online junto a buenos compañeros de armas y, por ahora, todo se reduce a volverte loco buscando cajeros automáticos para que los otros usuarios que hay en el mapa no te dejen en calzoncillos. Por suerte ya avisan que los perros y las ratas tendrán su merecido y acabarán jugando entre ellos, de lo contrario cualquiera se anima a salir de las partidas privadas.
En VidaExtra | GTA V: análisis
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