Recuerdo toda la expectación suscitada por el primer 'Destiny' antes de ponerse a la venta. Era el primer trabajo de Bungie en cuatro años, tras ese 'Halo: Reach' de 2010. Porque como sabemos, 343 Industries tomó el relevo en 2011 con el aniversario de la saga y ese 'Halo 4' al año siguiente, ya como nueva entrega.
Había muchas ganas, en definitiva, por ver de qué era capaz Bungie lejos de 'Halo'. Pero por desgracia, al menos en mi caso, esa ilusión se disipó demasiado pronto. Vi en 'Destiny' un producto demasiado ambicioso lastrado por la política de DLC de Activision, y no sólo eso, sino también con una historia a la sombra de lo esperado. Y sin embargo, triunfó y creó una legión de fervientes seguidores.
Algunos de mis compañeros están entre ellos, de hecho. Y lo cierto es que, de vez en cuando, motivaron a que le diese más oportunidades de las debidas al primer 'Destiny'. Pero nunca me llegó a enganchar. Primero, porque la historia no me resultó atractiva. Segundo, porque fue corta. Y tercero, porque fomentaba el farmeo para conseguir el mejor botín, y eso a mí no me motiva nada sabiendo que hay que perder tantísimas horas cumpliendo misiones de relleno.
El Viajero me estaba llamando...
Y pese a todo, me dio la venada y pillé 'Destiny 2' de lanzamiento aprovechando el saldo que estoy destinando a la limitada Xbox One X Project Scorpio Edition.
Para mi sorpresa, 'Destiny 2' sí que me ha gustado. Aunque no comparta el entusiasmo de mi compañero Gallego. Esta secuela la veo más homogénea, más divertida y con una historia más llamativa, del primer minuto hasta el final.
Del anterior 'Destiny' apenas recuerdo nada, porque no tuvo ningún momento memorable, más allá de una ambientación de lujo. Eso y su banda sonora son los dos únicos apartados que sí me fascinaron en su día. Por lo demás, siempre me ha parecido un shooter del montón, muy a la sombra de los 'Borderlands'.
Es curioso, porque recuerdo que en su día quise hacer una comparativa entre ambas sagas al tener tantos puntos en común, explicando por qué me parecía tan sobrevalorada la nueva IP de Bungie. Lo gracioso es que hay mucha gente que ve con desprecio los 'Borderlands' por el hecho de utilizar el cel-shading, perdiéndose por el camino una aventura mucho más divertida y con una historia muy rica, como si de un Star Wars más desenfadado se tratase.
Así tendría que haber sido el primer Destiny
Tampoco es que 'Borderlands' inventase la pólvora, seamos claros, por mucho que me parezca una de las mejores sagas de la generación actual. Al fin y al cabo, se inspiró mucho en la citada franquicia de George Lucas y mezcló géneros (FPS y RPG). Lo que hizo 'Destiny', por otro lado, fue darle cierto toque de MMO e introducir, ya de paso, el PvP mediante el Crisol (que espero en 'Borderlands 3').
Pero por lo menos esta vez Bungie sí que ha sabido ofrecer una historia más atractiva desde el inicio, con esa caída espectacular de La Torre. También se ha optimizado la narración, porque en el anterior, si no leías los grimorios que se iban desbloqueando, no te enterabas de nada. Y con un peso mayor para los secundarios, donde repiten Zavala, Ikora Rey y Cayde-6, el más cachondo.
Me ha gustado, desde luego, esa potenciación del sentido del humor. Es algo que agradezco, por mucha catástrofe que estemos presenciando, aunque está claro que 'Destiny 2' es más comedido que 'Borderlands' en ese sentido. Y sigue sin contar con un villano a la altura, por mucho que imponga su figura al principio.
Me chocó, por otro lado, toparme con similitudes inesperadas en la historia respecto a la citada saga de Gearbox Software, en concreto a cierta escena con el Ojo de Helios en 'Borderlands: The Pre-Sequel'. Eso sí, las últimas misiones de la historia en 'Destiny 2' son impresionantes y francamente divertidas, pero el jefe final es un chiste. Porque Bungie deja lo gordo siempre para las incursiones.
Cómo algo tan insignificante le da tanta vida
Entre los muchos errores que le vi al primer 'Destiny', hubo uno bastante evidente: la ausencia de mapa. Algo que por suerte sí ha corregido su secuela y que bien podría haber llegado vía parche al primero. Al fin y al cabo, ése ha ido puliendo poco a poco aspectos como la organización de las aventuras o el número de ranuras para los contratos. En resumen, a que todo fuese más accesible.
'Destiny 2' es bastante continuista en ese sentido, a pesar del rediseño de algunos menús y en cómo se organizan las hazañas. De ahí que también se considere más una expansión (o versión 1.5) del éxito de 2014. Pero más allá de esa visión, se nota que Bungie ha hecho los deberes en esta entrega y que todo se disfruta más.
La adición del mapa le sienta como un guante al poder consultar en cualquier instante qué se cuece por la zona, para ver hacia dónde nos interesa ir. Porque siempre habrá cosas por hacer. Ahora bien, me sigue disgustando el progreso del juego al focalizar los retos más complejos y divertidos en compañía a los niveles máximos. Un problema derivado, por otra parte, de la duración de la historia.
'Borderlands' se dosificaba mejor, mostrando casi todo sin obligarte a farmear (a excepción de los Invencibles tras finalizar la campaña). Sin olvidar que su historia duraba mucho más. Incluso se llegaban a disfrutar bastante las "Partidas Plus" al incrementar los desafíos en forma de nuevos tipos de enemigos (y más duros).
Al menos en esta secuela de Bungie no he dejado el juego a las primeras de cambio, pero sé que sigo sin ser el público al que va dirigido este FPS. Menos aun sabiendo toda la retahíla de DLC que están programados y que son esenciales para ver cómo evoluciona la historia. Si hacemos números, sale a precio de oro.
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