'Crisis Core: Final Fantasy VII': Análisis

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Hace poco más de diez años apareció en el mercado europeo el mejor videojuego de todos los tiempos: 'Final Fantasy VII', de la primera PlayStation. Pocas palabras podrían representar fielmente lo que los jugadores estaban a punto de experimentar con aquella caja de Squaresoft que contenía tres CDs. Sus gráficos no eran gran cosa, sus animaciones no estaban todo lo conseguidas que desearíamos, su género, el rol japonés, no había visto antes un título de tales características fuera de las fronteras niponas. Pero sin embargo, la historia de Cloud, Aeris, Tifa, Barret, Sefirot, Yuffie, Cid, Red XIII, Cait Sith y Vincent quedó en el corazón de todos los jugadores, creando así uno de los mayores fenómenos fan de toda la historia de los videojuegos.

Cuando se ha cumplido una década desde que apareció, 'Final Fantasy VII' sigue dando que hablar por toda la comunidad gamer del mundo. Ya no sólo por su enorme magnitud sino por la enorme cantidad de productos y juegos que se han creado con motivo del décimo aniversario. Square-Enix, otrora Squaresoft, decidió crear la 'Compilation of Final Fantasy VII' (de la que ya os ofrecimos un extenso reportaje de dos partes aquí en VidaExtra), y que comprende desde películas en UMD y DVD, juegos para móviles, juegos para PSP, juegos para PS2 y un par de libros.

Uno de esos juegos para PSP es el excelente 'Crisis Core: Final Fantasy VII', una precuela que nos sitúa en la piel de Zack y que nos narra los hechos que dieron origen a la historia contada en el juego de PS1. Pasados ya varios meses desde su aparición en nuestro país y habiéndole echado más horas que un reloj a este juego, creo que estamos en condiciones de pasar a desgranarlo punto por punto.

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Cuando jugué el 'God of War: Chains of Olympus' pensé que sería complicado que ningún otro juego consiguiese superarlo en los diferentes aspectos que marcan la diferencia entre un gran juego y una obra maestra. 'God of War: CoO' destaca en todos sus aspectos: sonido, escenarios, animación, gráficos, historia, jugabilidad, carisma... todo en él es épico y pensé que ninguno lograría superarlo. Pero llegó en junio el que podríamos denominar como la joya de la corona, la precuela del niño mimado de los videojuegos, llegó 'Crisis Core', que además de destacar con nota en sonido, escenarios, animación, gráficos, historia, jugabilidad, carisma y demás, aporta un elemento que sólo un juego relacionado con 'Final Fantasy VII' podría explotar: la nostalgia.

Y es que para quienes hace casi once años jugábamos tardes enteras al 'FF VII' original es muy sencillo hacernos erizar la piel. Tan sólo hay que hacer sonar algunos acordes del tema musical de Aeris (no os perdáis este vídeo), el de Sefirot o la fanfarria victoriosa para que nos pongamos melancólicos con aquel maravilloso juego.

Porque claro, tenemos que tener en cuenta que lo que se nos cuenta en 'Crisis Core' son los hechos que dieron lugar al posterior 'FF VII'. Zack Fair es un SOLDADO de segunda categoría perteneciente a las fuerzas militares de la compañía eléctrica Shinra. Shinra abusa de su supremacía militar, económica y política en el mundo y actualmente se encuentra en plena guerra con Wutai, que se resiste a caer bajo el mando de la empresa. Zack tiene como maestro mentor a Angeal Hewley, un SOLDADO de primera categoría encargado de instruirle y hacer de nuestro protagonista un auténtico guerrero de primera, para lo que tendrá que superar una serie de pruebas que determinarán si da o no la talla. En plena crisis militar dentro de la compañía, hay algunos SOLDADOs que han decidido desertar y no continuar con la causa Shinra, entre ellos Genesis Rhapsodos, convirtiéndose en una amenaza externa para la compañía.

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Rápidamente el excelente guión del juego nos demostrará que nada ni nadie es lo que parece y los giros argumentales comenzarán a sucederse para deleite del jugador. Como digo, el juego tira mucho de la nostalgia y en numerosos momentos nos encontraremos con personajes del juego original como Sefirot, que en esta ocasión parece ir de nuestro lado, Aeris en su iglesia o Cloud en los pasillos de la torre Shinra. Cloud no juega un papel muy relevante en este juego, su personaje vive en su propia burbuja de admiración por Zack y, como todos sabemos, el importante papel en la historia que el destino le tiene reservado se desarrollará años después en 'FF VII'.

El desarrollo del juego es como en los clásicos RPGs, donde deberemos caminar por el mapa en busca de batallas aleatorias para mejorar nuestro nivel y habilidades, y para charlar con los personajes que por ahí se encuentran repartidos y que nos darán algunas pistas sobre nuestra misión... o simplemente nos contarán alguna chorrada. La principal novedad se encuentra en el sistema de batallas. Se acabaron los clásicos sistemas de batallas por turnos, dando paso a un nuevo modelo de acción directa en escenarios 3D, donde podremos movernos a nuestro antojo y realizar los ataques a nuestra elección. Una de las grandes bazas a nuestro favor es el novedoso sistema OMD integrado en las batallas. Con L y con R manejaremos las opciones, mientras que con X las ejecutaremos, generando un ritmo de batalla bastante ágil.

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El OMD es un sistema de ruletas integrado en la pantalla de batalla que va girando de manera aleatoria e independiente a nuestras decisiones, que nos aportará extras y ayudas al combate. Si coinciden dos o mas caras en la primera ruleta obtendremos una serie de ventajas y si además coinciden los números en la segunda aumentaremos a nuestro personaje de nivel o alguna de sus materias.

Porque esa es otra de las grandes maravillas del juego original que aparecen en 'Crisis Core', las materias. Aunque aquí no juegan un papel tan relevante como en el 'FF VII', lo cierto es que su presencia se agradece y podremos colocar un máximo de dos materias en nuestra arma, consiguiendo así las consecuentes mejoras que conllevan de utilizar hechizos conocidos o de potenciar nuestras estadísticas.

Mención aparte merece el apartado gráfico, que roza la excelencia en algunos casos, y lo podríamos separar en dos tipos muy claros: las secuencias puramente ingame y las generadas por ordenador. En el caso de las primeras, en algunos mapas echaremos en falta algo más de detallado pero lo cierto es que en la mayoría de los casos todos los escenarios, el modelado de los personajes y sus movimientos son de lo más efectista, haciendo que el juego entre por los ojos tan fácilmente como lo hacen otros. Sin embargo, donde la excelencia se hace más palpable es en las escenas generadas por ordenador, siendo algunas de estas de una calidad tan abrumadora que en muchos casos dejan hasta a la propia película 'Advent Children' como un mero trabajo de aficionados. Valga como ejemplo la lucha entre Angeal, Genesis y Sefirot en la sala de entrenamiento, o las invocaciones de Odín o Bahamut.

Por último, comentar que el juego está doblado al inglés pero todos los menús, explicaciones y diálogos del juego están perfectamente traducidos, por lo que no existe excusa para no disfrutar de él en toda su magnitud.

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En definitiva, hablar de 'Crisis Core: Final Fantasy VII' es hablar de uno de los mejores juegos disponibles ya no sólo en el catálogo de PSP sino también de todas las videoconsolas existentes actualmente en el mercado. Un verdadero juego absolutamente imprescindible que todo el mundo debería disfrutar en toda su magnitud, habiendo superado el 'Final Fantasy VII' original aunque no sea requisito indispensable.

Sólo por jugar a este título aconsejaría la compra de una PSP a cualquiera que lo dudase. Evidentemente el catálogo de PSP tiene sus otras grandes joyas básicas para todo buen gamer que se precie, pero a mí este 'Crisis Core' me ha enamorado de tal manera que se ha convertido en la joya de la corona.