La industria de los videojuegos está sufriendo un cambio importante y muy bueno para los jugadores: el final de las exclusividades. Sony y Microsoft avanzan por el camino de compartir videojuegos entre PlayStation, Xbox y PC. Sea of Thieves en PS5, Ghost of Tsushima en PC, Helldivers 2 disponible de lanzamiento en PC. Nintendo sigue a su bola, como siempre.
En este contexto, el antiguo jefe de PlayStation, Shawn Layden (ahora en Tencent), se ha mojado reciéntemente sobre este tema durante una entrevista para el medio GamesBeat. Comenta que lanzar videojuegos triples A de presupuestos enormes (que llegan a superar los 200 millones) para una sola consola supone limitar mucho el número de personas que lo van a comprar. Tampoco hay que ser directivo para saberlo.
Cuando los costes de un juego superan los 200 millones de dólares, la exclusividad es tu talón de Aquiles. Reduce el mercado al que puedes dirigirte. Sobre todo cuando estás en el mundo de los juegos con servicio en directo o free-to-play. [...] Otra plataforma no es más que otra forma de abrir el embudo, de que entre más gente.
El lanzamiento y el éxito de Helldivers 2 es el ejemplo perfecto de que abrir el embudo supone recibir más beneficios. Y no solo se refiere a los videojuegos multijugador, también (y especialmente) a las experiencias narrativas más caras como God of War, por ejemplo: "si estás gastando 250 millones de dólares, quieres venderlo a tantas personas como sea posible, incluso si es solo un 10% más", señala.
La conclusión a la que llega Layden es evidente: PlayStation tiene que atraer a los usuarios de PC a sus videojuegos. Ha quedado más que claro en los últimos años que es mucho mejor llevar juegos a PC que hacer exclusivos con la esperanza de vender tanto el juego como la consola. Sony y Microsoft se han encaminado a compartir sus experiencias para, como dice el directivo, ensanchar el embudo.
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