'Resident Evil 5'. Primer contacto de la demo

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28 Diciembre 2008 Actualizado 8 Enero 2009, 13:38

Jarkendia

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Ya ha pasado casi un mes desde que Capcom sacaron para el mercado japonés la demo de su cada vez más cercano ‘Resident Evil 5‘. Una demo que sorprendentemente contaba con el idioma español, como en los buenos tiempos de SNK.

El principal aliciente de esta nueva entrega es sin duda su modo cooperativo. Algo cada vez más habitual en los tiempos que corren, y que en este caso se torna de vital importancia, pese a contar con una IA más que correcta.

Y el problema, según se mire, es que no ha habido grandes cambios desde la cuarta entrega, pareciendo por momentos una versión 4.5 del mismo, pero que a todo buen fan de la saga (que ya no es tan saga, porque ‘RE4’ se distanció mucho del original y los más puristas ya no lo consideran como tal) no defraudará ni lo más mínimo.

En mi caso así ha sido. La demo me ha encantado en líneas generales, aunque no está exenta de fallos y alguna que otra decepción. Pero claro, yo cada vez que oigo la palabra ‘Resident Evil‘ me vuelvo loca. Es una de mis sagas fetiche.

Para empezar, lo que entra por los ojos. El apartado gráfico se podría calificar de normalito. No sorprende demasiado a pesar de lucir bien. Pero para una saga con tanto renombre creo yo que habría que exigirle más. Hay, eso sí, más partes del decorado sobre las que podremos interactuar, como eliminar calaveras colgadas o fruta repartida por el lugar (y que en ocasiones nos reportarán munición, entre otras cosas). Pero como digo, se podrían haber esforzado más. Aunque vamos, tampoco es algo que me quite el sueño, que aún disfruto con esos chorros de sangre pixelados del primer ‘Biohazard’ de la primeriza consola de Sony.

Sorprende, eso sí, lo cambiado que está Chris Redfield. Parece que no se ha perdido ni un solo partido de nuestro Rafa Nadal, porque su parecido con el tenista es más que evidente. Imagino que sabréis a qué me refiero. Por contra, su compañera Sheva hereda la clásica habilidad de las mujeres para esta clase de juegos: agilidad. Muy impactantes sus movimientos finales contra los infectados.

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La interacción entre ambos personajes será perfecta. En todo momento sabremos dónde está nuestro compañero con tan solo pulsar un botón, y podremos incluso solicitar su ayuda si nos vemos en una situación peliaguda. Lo más recomendable, según experiencia personal, es no alejarse demasiado del compañero, ya que si es capturado por un enemigo de un solo golpe podremos liberarlo sin gastar munición. Y es que… hay ver lo que reparten en esta entrega. En más de una ocasión recurriremos a disparar en algún punto vital de un infectado (cabeza, piernas) para inmediatamente acercarnos aprovechando que están aturdidos y repartirles una galleta que los rematará de un plumazo en la mayor parte de las ocasiones.

Y sigo con la interacción entre ambos personajes, ya que como os comentamos hace tiempo, no habrá pausa al acceder al inventario. Algo que para mi ha sido un completo acierto. Francamente intuitivo y efectivo. Con cuatro huecos especiales de acceso directo (algo similar al decepcionante ‘Alone in the Dark’) a los que podremos poner lo que queramos. Lo más recomendable es colocar algún arma y alguna hierba para curarse, pero la elección es siempre vuestra. Y si necesitamos algo del compañero, en la misma ventana, pulsando otro botón, veremos su inventario y podremos decirle lo que queramos, que luego se le iluminará en su pantalla.

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Debido a su naturaleza, en la demo Sheva protagoniza las escenas en las que necesita ayuda para llegar a otra zona de difícil acceso. Bien sea una escalera a gran altura, o para saltar a otro edificio. Escenas que vimos hace tiempo en vídeos, igual que la del personaje de la motosierra, al que se le une el del hacha en la primera misión que podemos seleccionar. Ambos enemigos más sencillos de abatir de lo esperado, aunque requerirán de no poca munición para lograr tal cometido.

Lo malo, y aquí viene una de las decepciones, es que se mantiene la jugabilidad de siempre. Muy limitada y bastante caduca para los tiempos que corren. Con esos giros, esa imposibilidad de disparar mientras corremos (aunque se comenta que en la versión se implementará, al igual que el sistema de coberturas, pero yo ya no sé qué pensar), y en definitiva, esa lentitud que siempre predominó en la saga. Que sí, es parte de su sello, pero resulta un tanto cómica en según qué situaciones (¿recordáis el vídeo hecho por fans?). De todas formas, al llevar tantas entregas, uno ya está habituado a este tipo de situaciones y sabemos cuál es la mejor manera de afrontarlas. Además que si nos vemos en apuros siempre tendremos a alguien en quien recurrir.

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Lo que no es de recibo, y aquí viene otra de las decepciones que le vi a la demo, es esa cutrez de pantalla partida. Por decirlo de forma suave. ¿A quién se le ocurre no aprovechar el completo de la pantalla? Es que ver esas zonas vacías… no tiene nombre. Supongo que en la versión final la aprovecharán al completo, al igual que habilitarán la opción de seleccionarla tanto partida en horizontal como en vertical. Si no, a recurrir exclusivamente al modo online, cada uno con su pantalla al completo y un buen headset para ayudar a que la inmersión sea total.

En definitiva, un título que salvo esos aspectos concretos logra pasar con nota. Al menos bajo mi punto de vista, claro está.