Está claro que YouTube, la blogosfera, y en general el triunfo de la democracia en Internet ha tenido efectos muy positivos sobre la creatividad y la transmisión de la información, pero también obliga a consolidar los filtros, me refiero a nuestra capacidad de discernir lo interesante de lo accesorio y lo inteligente de lo simplemente espabilado. De lo contrario podríamos acabar sucumbiendo a todas las modas pasajeras con el estrés que eso acarrea: cambiar de tono de móvil cada día, elegir un fondo de pantalla para el PC cada cinco minutos o aprenderse bailes y canciones del estilo del CutreChikicuatro.
Para que veáis que no exagero, he estado a punto de replicar un post a modo de... ¿broma? que he visto en múltiples sitios web y que ha llamado la atención de supuestos expertos en videojuegos. La culpa de todo la ha tenido este fugaz fenómeno, 'You Have To Burn The Rope', un minijuego en Flash hecho con mucho humor, pero que pierde toda su gracia si el redactor de turno lo "vende" como el mejor juego de la historia, o barbaridades de ese estilo. Al menos en mi opinión. El título en inglés significa "tienes que quemar la cuerda", y entre algunas plataformas tenéis un héroe con sombrero, un malo, varias antorchas y una cuerda que sujeta una lámpara sobre el malo. Así de complicado.
De hecho, he estado a punto de pasar del jueguecito de marras, pero luego he pensado que no era mala idea comentar la rapidez con la que algunas chorradas, jugables o no, se propagan por Internet, y la pertinencia de darles cancha. Además, seguro que lo acabaríais viendo en cualquier otro lado. No hay escapatoria posible.
Por un lado, tengo que decir que los creadores y estimuladores de este tipo de gracietas se merecen un sobresaliente: han conseguido su objetivo. Sin embargo, la comunidad de jugadores preferiría, creo, que reciclaran su talento en ofrecernos juegos entretenidos. Y si son gratis, mejor. Sería un detalle que agradeceríamos todos. La otra alternativa, la de dárnosla con queso, es infinitamente más sencilla.
Claro, la guasa no termina con el juego: un plataformas que dura poco más de un minuto con carteles del tipo: "tienes que matar al monstruo así". Aparte de los posts de los redactores más "salaos" que le dan coba, hay vídeos en YouTube como éste.
Sí, es un tráiler del juego, que dura más que el propio juego. Y a la gente... ¡le encanta!
Pero es que aparte hay guías del juego donde el paso a paso tiene menos líneas que un examen de Literatura de Bush.
Y lo peor de todo es que el sitio web original está colapsado: no funciona ni a la de tres. Eso es morir de éxito, en el sentido literal de lo que morir significa en Internet: no estar disponible. Ahora sólo hay que esperar a que resurjan con más fuerza. De entrada, estoy seguro de que recibiré varios e-mails invitándome a jugar a la quintaesencia de los videojuegos en Flash. "No te lo puedes perder", me dirán. Mi reflexión es la siguiente: ¿por qué narices no me lo puedo perder?
No sé, quizá es que no me he levantado de buen humor. Pero, ¿a vosotros os habría hecho gracia que os hubiera invitado a jugar a esa broma? ¿Hasta qué punto tenemos derecho los redactores a colocar el Día de los Inocentes en el lugar que nos dé la gana del calendario?
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